“El 16 de julio quisiera comer un ají de arvejitas”

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 Kurt Reintsch  - Wendy Inarra La Prensa
Kurt Reintsch - Wendy Inarra La Prensa

Se declara stronguista, al igual que toda su familia, pero, principalmente, asegura que se siente cien por ciento ch'ukuta, porque honra y cumple todas las tradiciones y costumbres de la ciudad que se yergue a los pies del Illimani, del que se declara admirador.
¿Qué representa el 16 de julio para usted?
Una de las efemérides más importantes del país. Esta fecha es el grito libertario de una ciudad que siempre tiene el boleto adecuado para unirnos entre todos los bolivianos. Una fecha por la que todos los paceños deberíamos sentirnos orgullosos.
¿Cuál es el principal motivo que le hace sentirse paceño?
Son innumerables los motivos para sentirnos paceños.
Para sentirnos paceños y orgullosos de una ciudad mágica llena de costumbres muy típicas de esta ciudad. Orgullosos de sentir ese amor por la Pachamama, y por saber que eso es lo que nos caracteriza con el resto de los demás departamentos.
El orgullo del paceño es declararse ¡bien ch'ukuta! y que eso no cambiaríamos por nada. Por donde quiera que estemos los ciudadanos paceños, ser ch'ukutas, llenos de costumbres, desde ya, es nuestro primer orgullo.
¿Qué significa para usted la ciudad de La Paz?
Esta maravillosa ciudad es una metrópoli con dificultades y todos  los problemas por los que siempre se ha caracterizado, lo mismo que su población.
Pero más allá de eso, es una ciudad encantadora por el mismo hecho de ser la sede de Gobierno, es lo que la hace una verdadera ciudad, pujante y constante por el paceño que apuesta por vivir y desenvolverse en esta urbe.
¿Cómo celebra el 16 de julio y junto a quiénes?
Me encanta ir a las verbenas de la ciudad y disfrutar de su gente, de sus comidas rápidas y bien paceñas. Disfrutar de esos espacios que el paceño abre en la ciudad para recordar una efeméride de lo que históricamente hizo su población. Me gusta mucho estar con la familia y con los amigos en esa ocasión de la fiesta paceña.
Pero el trabajo casi nunca me brinda la oportunidad de celebrar las fiestas de la ciudad y presenciarlas.
Por lo general estoy fuera de la ciudad y, como en este momento, extraño mucho sus típicas comidas, que son el deleite de todo buen paceño y de todo ch'ukuta de verdad.
Me gusta disfrutar de esas verbenas, donde uno no sólo va para deleitarse con lo que en éstas uno puede encontrar; disfrutar de esas fiestas callejeras que están por casi toda la ciudad, muy típicas en julio y octubre, recuerda que el paceño, ante todo, es un ciudadano tolerante, amigable, que busca siempre la unidad y los momentos de compartir con los suyos y con los extraños.
El paceño siempre se ha caracterizado por ser un ciudadano que busca la integración boliviana y de todo aquel que venga de afuera, el paceño hace sentir al visitante como uno más de esta ínclita ciudad.
¿Cuál es el homenaje que usted y el club The Strongest le rendirán a La Paz por las fiestas julias?
Siempre estoy en la mira de cuidar y proteger en qué situación se encuentran los espacios recreativos urbanos.
Me interesa y llama mucho la atención cómo la ciudad, poco a poco, obtiene lugares donde la gente, y sobre todo los niños, pueden practicar deportes. 
Tener el Complejo de Achumani y ser presidente del club me permite ofrecer a la ciudad un espacio para el esparcimiento sano y el cuidado de su salud.
Ese es el mayor impulso de un logro y un grano de arena que beneficia a toda la población.
En mi gestión pongo gran atención en esa labor y hago un compromiso fuerte por mantener ésas y otras áreas verdes.
“Cuando estoy lejos de esa ciudad maravillosa y de su imponente nevado, lo que extraño más son las marraquetas frescas y recién horneadas con café...”¨.
“El plato paceño es uno de mis delirios máximos, cuando tengo que elegir entre éste y el ají de arvejitas no sé por cuál de los dos optar, me gustan ambos”.
“Ser paceño no sólo es recordar que uno es bien ch'ukuta cuando está fuera de esta ciudad, el ch'ukuta tiene que salirnos siempre...”
“Tengo mucho amor a esta ciudad, pero un cariño extremadamente fuerte a El Alto, que me ha hecho conocer lo que actualmente soy”




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