SANTIAGO — El gobierno chileno y los estudiantes que protestan desde hace dos meses por una mejor educación radicalizaron posiciones tras las violentas protestas del jueves que dejaron casi 900 detenidos y 90 policías heridos, en una situación que ha complicado al gobierno del presidente Sebastián Piñera.
Tras dos meses de protesta de escolares y universitarios, el clima se polarizó de manera definitiva tras la prohibición anunciada el miércoles por el gobierno a una marcha de estudiantes el jueves y la decisión de éstos de mantenerla, todo lo que derivó en violentos incidentes que se saldaron con 874 detenidos.
Todo esto en momentos en que el gobierno había presentado un plan de 21 puntos sobre el cual los estudiantes habían previsto responder este viernes, aunque ya habían expresado que lo rechazarían por no acoger su principal pedido, de eliminar el lucro en la educación pública.
"La propuesta no es satisfactoria para las demandas. Ha trascendido, ha sido unánime a lo largo de todo el país, que la propuesta no fue bien recibida por parte de los estudiantes", manifestó a la prensa el dirigente estudiantil Giorgio Jackson.
Como símbolo de un clima más polarizado, este viernes estudiantes, profesores y activistas de DDHH, presentaron una querella ante un juzgado de Santiago contra el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, a quien responsabilizan de "haber prohibido las marchas y del excesivo uso de la fuerza" de la policía.
"Estamos querellándonos contra el ministro Hinzpeter por el proceder represivo que tuvo el día de ayer, donde se violaron libertades constitucionales como el derecho de reunión y desplazamiento, y hubo detenciones ilegales y represión contra particulares", dijo a la prensa Camila Vallejo, presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile (Fech).
"Nos parecen inaceptables muchas de las prácticas que se cometieron, de represión, de transgresión a muchos derechos constitucionales, sobre todo al de reunión, que tenemos garantizados todos los ciudadanos", agregó Vallejo.
"Nosotros sabíamos que al colocar límites se iban a producir manifestaciones en el entorno, pero creo que hay veces que la autoridad tiene que demostrar que también está protegiendo el derecho de todos", afirmó el vocero de gobierno, Andrés Chadwick.
Por su parte el presidente Sebastián Piñera hizo un llamado a los estudiantes para retomar el diálogo desde su cuenta de Twitter.
"Los invito a dialogar y aportar para una educación de calidad. Es tiempo de construir y buscar acuerdos", afirmó el mandatario.
Precisamente Piñera ha sido uno de los grandes perjudicados por las protestas, y su aprobación cayó a un histórico 26%, según la encuesta semestral del Centro de Estudios Públicos (CEP) difundida el jueves y que lo convirtió en el mandatario con peor evaluación desde el retorno a la democracia en 1990.
La encuesta del CEP indica que un 80% de las personas consultadas está en desacuerdo con que los colegios y universidades tengan fines de lucro, en sintonía con el pedido de los estudiantes.
Bernardo Navarrete, profesor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Chile, dijo a la AFP que prohibir la movilización de los estudiantes "fue una pésima decisión del ministro del Interior".
"El gobierno no tiene una clara política en la educación superior y los estudiantes se dan cuenta de esto. Las propuestas del gobierno son ambiguas y además se ve una falta de claridad de parte del ejecutivo para el manejo de un conflicto que bien enfrentado hubiera tenido otro resultado", agregó.
En medio de un clima social convulso en Chile, los estudiantes han redoblado su apuesta en favor de reformas constitucionales por una educación pública de calidad y gratuita y que acabe con el lucro en las universidades, prohibido en la legislación chilena pero burlado a través de resquicios legales.
0 comentarios:
Publicar un comentario